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La batalla de Culloden fue el último enfrentamiento entre los seguidores del príncipeCarlos Estuardo y las tropas reales del Rey Jorge II[1], que puso fin al Alzamiento de 1745.

En la saga Forastera/Outlander[]

Nos encontramos con Claire en 1968, en Inverness, en compañía de su hija Brianna con quien viajó para contarle sobre su padre y averiguar qué ocurrió con los hombres de Lallybroch tras la batalla de Culloden.
Claire hizo una lista con los nombres, quiere saber qué les pasó. Para esto contacta con Roger Wakefield y le encomienda que investigue sobre quienes sobrevivieron.

También nos muestra a Claire y Jamie, primero en Francia, luego en Escocia y sus esfuerzos, efectuando todo lo que estuviera en sus manos, hasta el último momento, para evitar esta batalla.
Así es como, el 13 de abril de 1746, Claire y Jamie están camino al norte siguiendo al ejército del príncipe Carlos Estuardo.
Claire nos relata los cambios que encuentra en las tropas luego de estar lejos durante un mes. Escaseaba la comida y los suministros no llegaban. El cansancio y la desolación se reflejaban en cada rostro.
Llegaron a Culloden House el 15 de abril, el establo estaba desierto; Alec McMahon MacKenzie estaba acurrucado en un rincón debilitado por el hambre. Les cuenta que todo se ha ido de las manos y que hacía dos noches marcharon a Nairn y regresaron el día anterior, huyendo. Ya no quedan caballos porque se los comieron hacía un mes.

Más tarde, Claire le dice a Jamie que Carlos Estuardo es el origen de todo eso y que si él muriese no habría batalla.
Pero Jamie le explica que todo ya llegó demasiado lejos y que la muerte del príncipe no detendría el Alzamiento. Claire continúa hablando de la posibilidad de envenenar al príncipe Carlos.

Parado en el umbral de la puerta, escuchando anonadado todo lo dicho estaba Dougal MacKenzie, quien insulta a Claire y se abalanza sobre ella para matarla; Jamie interviene y se enredan en una lucha que termina con la muerte de Dougal.
Willie Coulter MacKenzie encuentra a Jamie junto al cuerpo de su tío. Jamie le ruega que le de una hora para poner a salvo a su esposa y el muchacho acepta.

Entonces Jamie completa la escritura de Lallybroch a favor de su sobrino, con fecha anterior al desembarco del príncipe Carlos en Escocia, para que de esta forma no pueda ser reclamada por los ingleses. El encargado de llevar este documento a manos de Jenny es Fergus.

A Murtagh le pide que reúna a sus hombres, que a estas alturas estarán en medio del páramo de Culloden junto a Simon Fraser, el Joven Zorro.

Luego lleva a Claire a la colina de Craigh na Dun. Ella le ruega que le permita acompañarlo, no quiere dejarlo. Pero Jamie le explica que ya habrán encontrado el cuerpo de Dougal. No hay escapatoria, ya no hay a donde ir. Los ingleses lo consideran traidor a la corona y los jacobitas lo buscan por la muerte de su tío. “Claire, soy hombre muerto” dice Jamie. Y agrega que a ella puede salvarla, a ella y al bebé, por eso le ruega que se vaya.

Su deber es regresar con sus hombres, lo menos que puede hacer es rescatarlos. Claire le pregunta cómo planea hacerlo. Entonces le explica que una batalla es un lugar de mucha confusión. Además Murtagh ya los habrá reunido y los guiará fuera del campo de batalla.

Y después? pregunta Claire, "Después regresaré a Culloden".

La batalla de Culloden ha finalizado y muchas cosas sucedieron durante la misma, además de la derrota jacobita.

Jamie Fraser regresó al páramo para retirar a los hombres de Lallybroch y ponerlos a salvo, luego volvió a la batalla decidido a morir.

El príncipe Carlos Estuardo, quien se encontraba a salvo a una buena distancia de la batalla, se demoraba en dar la orden de ataque; mientras sus hombres se encontraban hambrientos, cansados de estar de pie y medio congelados debido al viento y al aguanieve que azotaba el páramo.
En cambio, los cañones ingleses no se hicieron esperar y descargaron toda su carga sobre los Highlanders. Solo se escuchaban los gritos de los enemigos y el viento, nadie hablaba. Luego de la primera descarga aquellos que quedaron de pie cargaron contra los ingleses.

Jamie atravesó el campo de batalla dos veces sin un rasguño, y llegó a tiempo al lado de su padrino Murtagh quien murió en sus brazos.

Jack Randall también murió en Culloden y, sin conocerse aún puntualmente los detalles de su fallecimiento, sabemos que su cuerpo aparece sobre la pierna de Jamie y su cabeza sobre el abdomen.

También fallecieron en ese páramo Hugh MacKenzie, el primer esposo de Laoghaire MacKenzie, y Hector Dalrymple, el primer amor de John William Grey que muere degollado por una espada escocesa.

Historia[]

El 30 de enero de 1746 el duque de Cumberland[2] llegó a Edimburgo para tomar el mando del ejército real.
Al día siguiente marchó hacia el norte, siguiendo la dificultosa ruta a lo largo de la costa, porque de esta manera podía ser abastecido por la flota.
El ejército se detuvo durante algunas semanas en Aberdeen.
Durante su estadía Cumberland preparó a las tropas para la próxima batalla contra los highlanders. Esto incluía prácticas de disparo y un procedimiento de lucha con la bayoneta de cubo. [3]
El duque era el segundo hijo del monarca, lo cual le sirvió para garantizar que su ejército tuviera el equipo y el apoyo que necesitaba de todas las dependencias del gobierno.
La flota proveyó su suministro y la artillería al Coronel Belfort, líder artillero de Gran Bretaña. Para cuando el Ejército Real marchó hacia el norte, estaba listo para el encuentro decisivo con los jacobitas.
El ejército Highlanders en cambio, no estaba tan bien plantado. Había ido en serio declive desde Falkirk. Muchos de los hombres partieron a sus hogares después de la batalla. El suministro estaba mal organizado y los regimientos contaban con raciones escasas. Hubo deserción entre los oficiales de alto rango y el Príncipe Carlos rehusó hacerse cargo del deterioro de la situación militar.
El 15 de abril 1746 el ejército hannoveriano acampó en Nairn, donde se celebró el cumpleaños del Duque.
Esa noche el ejército Highland intentó un ataque nocturno al campamento de Cumberland.
El ataque sería por sorpresa, encarado por dos columnas, una al mando de Lord Murray y la restante por Sir John Drummond. Con la intención de confluir al centro del campamento aprovechando la ventaja inicial que proporcionaría el estado de embriaguez y cansancio de la mayoría de los efectivos reales debido a los festines de aquella jornada.
La aproximación en medio de la oscuridad y la densa vegetación dio como resultado que las columnas se separaran. Sir Drummond se retrasó y al amanecer Lord Murray estaba a solo tres kilómetros del campamento de Cumberland pero carecía de la cantidad de hombres para atacar.
En consecuencia su única posibilidad fue retirarse. Descartada la opción de regresar a Inverness el único lugar cercano para enfrentar a las tropas reales era Culloden Moor.
El campo de batalla de Culloden se encuentra ubicado en el extremo sudeste de la región de Inverness. Se caracterizaba por ser una larga franja de terreno con escasas elevaciones, determinada por los recintos amurallados de Culloden al norte y los muros del Culloden Park al Sur.
John Williams O'Sullivan, Jefe del Estado Mayor del Príncipe Carlos, realizó esta elección del lugar , desacertada tanto desde un punto de vista táctico como estratégico. El terreno despejado y llano no era el más apropiado para los Highlanders y beneficiaba las maniobras enemigas. Lord George Murray y otros altos funcionarios señalaron lo inconveniente de esta tierra abierta en relación a la poderosa artillería de Cumberland.
El ejército Real partió temprano el 16 de abril 1746 y comenzó a aproximarse a Culloden, moviéndose hacia el páramo en cuatro columnas. Las tropas estaban bien alimentadas y descansadas.
La división de Argyll incluía a los highlanders de Campbell y la caballería ligera de Kingston avanzaron en reconocimiento.
Entonces se dio la alarma en el campo de los Highlanders y se dispararon las armas a fin de convocar a los clanes a sus posiciones de combate. Muchos de los hombres que habían abandonado sus regimientos para alimentarse y dormir no escucharon la citación.
Una disputa dentro del clan MacDonald dio como resultado que una parte de los hombres abandonaran el campo de batalla. El resto estaba disgustado porque se les había asignado el flanco izquierdo del ejército en lugar del derecho. La ubicación en el terreno era decisiva debido a la forma tradicional de combatir de los highlanders.
La primera línea del Ejército Highlanders estaba conformado por: los regimientos de Athollen en el flanco derecho, seguidos por los de Cameron de Locheil, Stewart de Appin, Fraser, Mackintosh, Macleans y Maclachlans, Farquarharsons, Estuardo y MacDonalds..
La segunda línea comprendía los diferentes regimientos de caballería, los regimientos regulares de escoceses e irlandeses a pie del ejército francés y algunos regimientos más de las Tierras bajas..
Situado en el centro y en cada flanco había un grupo de cañoneros liderados por artilleros inexpertos. Una vez reunido el ejército jacobita alcanzaba unos 5000 efectivos quienes tomaron posiciones repartidos en una extensión de seiscientos cincuenta metros de frente.
La orientación hacia el este los hacía padecer las inclemencias del tiempo, solo los animaba las pocas raciones de "agua de vida" [4] y el persistente sonido de las gaitas y tambores provenientes de las posiciones en donde se hallaban los jefes de clanes y comandantes de campo.
Aproximadamente al mediodía el ejército Real llegó al campo de batalla, después de marchar unas 10 millas a través de los páramos, los regimientos formando 3 líneas.
El ejército entonces avanzó en línea para acercarse a los jacobitas y se detuvo. Dos regimientos arribaron desde la tercera a la primera y segunda líneas extendiéndose al flanco de la derecha, y los regimientos de dragones ubicándose en el exterior.
Los regimientos de Cumberland se detuvieron de derecha a izquierda: en la primera línea: el regimiento de Pulteney, el regimiento Real, el de Cholmondeley , el de Price, los Escoceses reales, los fusileros, la división de Munro y la de Barrel.
En la segunda línea: el de Campbell, el de Battereau , el de Howard, el de Fleming, el de Bligh , el de Sempill y el de Ligonier.
La tercera línea la conformó el regimiento de Blakeney.
El regimiento de Wolfe tomó posición detrás del muro que iba hacia adelante desde el flanco izquierdo del regimiento de Barrel, a fin de proporcionar fuego directo al frente del ejército. Las 6 armas de porte fueron colocadas en pares entre los regimientos de primera línea y los morteros en una batería detrás de la primera línea. Los dos ejércitos quedaron unas 300 yardas (274,32 metros) de distancia.
El príncipe Carlos creía que Cumberland atacaría primero. Esperaba confirmar que él avanzara, pero el ejército Real no se movió.
Los jacobitas, contaban con doce piezas de artillería de dudosa calidad en el rendimiento de tiro servidas por artilleros poco instruidos, las que fueron presa fácil de las cinco baterías hannoverianas que las barrieron sin piedad.
Posteriormente la artillería de Cumberland comenzó a practicar un quirúrgico y devastador fuego sobre las posiciones de infantería, causando grandes pérdidas al desorganizado ejército adversario.
El Príncipe Carlos finalmente se convenció de que debía ordenar a los Highlanders que atacaran antes de que el ejército comenzará a desaparecer.
Para ese entonces la persistente lluvia había cesado, pero el inclemente viento empujaba el humo ácido de las bocas de los cañones hannoverianos hacia las filas de highlanders situados a la derecha y al frente.
Envío ayudantes de campo para comunicar la orden a las diversas divisiones de la primera línea de ataque.
En el ala izquierda el Duque de Perth intentó persuadir a MacDonalds para que atacara, pero se negó. En otro sector de la línea del frente Highland la orden fue obedecida de inmediato. El regimiento más lejano era el Mackintosh, conocido como Clan Chattan, encabezado por su coronel McGillivray de Dunmaglass.
El fuego barrido de mosqueteria y metralla de las tropas de Cumberland los rechazó una y otra vez, quebrando el tan temido factor psicológico gaélico, matando e hiriendo por centenares a los McKintosh, Cameron y Stewart antes que llegaran a tomar contacto con las casacas rojas.
Solo unos centenares de escoceses pudieron pasar la primera línea de soldados, que adrede abrieron filas rápidamente para posteriormente cerrarse mortalmente sobre los infortunados rebeldes que fueron ahogados y masacrados por la columna de la segunda línea y las posiciones a sus flancos.
Para mantener el impulso el Clan Chattan viró a su derecha, evitando la ciénaga y siguiendo el camino que pasaba diagonalmente en tierra firme a través del páramo.
Se apiñaron delante de los regimientos de los clanes hacia la derecha, obstruyendo el área de ataque y empujando a los demás hacia la pared del parque.
En medio de la confusión, los Fraser, Appin Stewart, Cameron de Locheil y los tres regimientos de Athollmen atacan concentrando todo el peso en el ala izquierda de la brigada real hannoveriana de Barrell.
El regimiento de Wolfe disparó en el flanco de ataque de los Highlanders, en su posición detrás de la pared, causando muchas bajas. Los Highlanders supervivientes chocaron contra las divisiones de Barrel y Munro.
Entonces tuvieron lugar combates mano a mano de gran ferocidad. Esta vez, a diferencia de las dos primeras batallas, las tropas reales lucharon a trancazo limpio.
Los MacDonald, situados en el incómodo sector izquierdo de la línea fueron virtualmente rechazados y aniquilados por el ejército real hannoveriano, conformados por escuadrones de milicia de caballería y los bravos Royal Scots Fusilliers.
La mayoría caía a los pocos metros de avanzar, por efectos de la artillería o el profuso fuego de metralla y fusilería, los pocos que lograban entablar una lucha cuerpo a cuerpo eran inexorablemente abatidos por la nueva táctica de ataque -defensa utilizada por los soldados de Cumberland. Esta consistía en atacar directamente con la bayoneta el lado derecho del enemigo, el cual era su flanco más expuesto e indefenso, suplantando al anterior método de defensa que enfrentaba en forma frontal la pesada carga highland.
Cumberland ordenó a los regimientos de Bligh y de Sempill subir en apoyo y los Highlanders que lograban pasar la línea del frente fueron derribados por estos regimientos. Los Highlanders que sobrevivieron esta embestida regresaron a las líneas rebeldes, recibiendo además el fuego de Wolfe mientras pasaban.
El fuego coordinado y devastador del ejército hannoveriano, generó la total y desordenada retirada de las columnas del centro e izquierda jacobita lo que conllevó un vuelco definitivo en el desarrollo del combate, con la artillería y gran parte de las fuerzas highlanders abatidas y desbandadas.
Lord Murray, sin más que hacer, ordenó a las tropas de reserva francesa, irlandesa y varios regimientos de las Lowlands, que ocuparan las líneas de vanguardia para proteger el proceso de retirada, al tiempo que la columna del flanco izquierdo jacobita trató de captar la atención del ejército real hannoveriano, intentando que la caballería los atacara para que no se convirtiera en un peligro incontenible para la retirada.
La estrategia de batalla del Jefe de Estado Mayor jacobita, John Williams O'Sullivan, no considero que las tropas hannoverianas encabezadas por las Milicias de Argyle demolerían las cercas de los campos de cultivo de Culloden Park. De esta manera, los elementos de caballería operaron con total libertad de movimientos sobre el flanco derecho. [5]
Los Dragones de Cobham y Lord Mark Kerr, surgieron como un demonio azotando todo a su paso. La totalidad de las posiciones de la derecha y la retaguardia jacobita se hallaban expuestas y amenazadas, el descontrol fue total y los muertos aumentaban a cada minuto. Solo la brava decisión de la reducida caballería jacobita y los hábiles regimientos de reserva lograron contener un tiempo a los hannoverianos para permitir una retirada más o menos digna y organizada.
En apenas unos 25 minutos transcurridos tras el inicio de la carga, la batalla ya estaba perdida para los partidarios de Bonnie Prince Charlie.
El príncipe Carlos se retiró y los regimientos de los clanes abandonaron el campo, su retirada fue cubierta por los piquetes irlandeses y los otros regimientos regulares de a pie.
La batalla había terminado. [6]

Imágenes Relacionadas[]

Videos Relacionados[]

  • Antecedentes históricos:

Batalla de Culloden (3 de 4) Y(4 de 4) [7] [8]

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La Batallas de Culloden 3 4

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La Batallas de Culloden 4 4








Homenaje : "Crua Chan", Sumo [9] [10]

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Sumo Crua Chan Subtitulado-1



Referencias[]

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